«Yo era una niña callada, solitaria, y muchísimo más sola cuando mi
familia se convirtió en el tema destacado del noticiero nocturno.»

Los nueve relatos de Vida están narrados por Sabina, una joven nacida en
Norteamérica, hija de inmigrantes colombianos. Su vida, llena de matices
inquietantes, transcurre entre los márgenes de una sociedad que brilla
solo como telón de fondo, y ese otro país del que viene su familia, que
le recuerda un origen cada vez más remoto e incierto. Su voz fina e
incisiva como un estilete narra la lucha por encontrar un lugar en el
nuevo mundo al que ha ido a echar raíces. Una lucha que se da en los
pormenores de la vida doméstica, en el territorio no totalmente
conquistado del barrio, en las amistades difíciles y necesarias, en los
amores precarios. Patricia Engel se revela en estos cuentos como una
escritora que sabe medir sus fuerzas y entregarle al lector, con
economía, precisión y un humor delicado y franco, una disección
conmovedora de la vida diaria cuando se está en el umbral de un mundo al
que no se acaba de pertenecer.

«Yo era una niña callada, solitaria, y muchísimo más sola cuando mi
familia se convirtió en el tema destacado del noticiero nocturno.»

Los nueve relatos de Vida están narrados por Sabina, una joven nacida en
Norteamérica, hija de inmigrantes colombianos. Su vida, llena de matices
inquietantes, transcurre entre los márgenes de una sociedad que brilla
solo como telón de fondo, y ese otro país del que viene su familia, que
le recuerda un origen cada vez más remoto e incierto. Su voz fina e
incisiva como un estilete narra la lucha por encontrar un lugar en el
nuevo mundo al que ha ido a echar raíces. Una lucha que se da en los
pormenores de la vida doméstica, en el territorio no totalmente
conquistado del barrio, en las amistades difíciles y necesarias, en los
amores precarios. Patricia Engel se revela en estos cuentos como una
escritora que sabe medir sus fuerzas y entregarle al lector, con
economía, precisión y un humor delicado y franco, una disección
conmovedora de la vida diaria cuando se está en el umbral de un mundo al
que no se acaba de pertenecer.